Seguros oncológicos: ¿Cómo separar el lado comercial/monetario de la búsqueda de alternativas para ayudar a quienes padecen cáncer?



El aumento de casos de cáncer es una problemática a nivel mundial. Y todos sabemos que se trata de una enfermedad destructiva, no solo en términos físicos y familiares, sino también -y de manera feroz e incontenible- en términos financieros. No hay economía que esté preparada para casos de cáncer que exigen permanente adquisición de pastillas, medicamentos, exámenes, cada uno más caro que el anterior. Hay situaciones en que las familias terminan vendiendo su automóvil y hasta su vivienda para costear los tratamientos de su ser querido. Imagínense cuando la enfermedad ataca a personas que viven por debajo de la línea de pobreza (que está, por cierto, muy por encima de la establecida por las mediciones convencionales). La gravedad de este tema pone sobre el tapete el comportamiento de las compañías aseguradoras, que durante años se han negado a recibir pacientes con cáncer, sea este condición pre-existente o no. Ante ellos, han comenzado a surgir nuevos productos en el ámbito de las aseguradoras privadas, para tener un rango de cobertura oncológica accesible. Sin embargo, es necesario estar informado para elegir la mejor opción. En esta nota publicada el 25 de septiembre en el diario Correo, se dan interesantes datos al respecto:

 Crece la demanda de seguros oncológicos
La proliferación de ese mal hace que la población busque estar protegida. Para el 2025, serán más de 50 mil las personas afectadas.
Textos: Grecia Llanos Peña 
 
El cáncer es una de las principales causas de muerte a nivel mundial. Cada año ataca a más de 14 millones de personas, deteriora sus cuerpos en silencio y, sin dar tregua, efectúa la estocada final. 

En el Perú, diariamente son más de 52 las víctimas mortales de esta temida enfermedad. La Liga Contra el Cáncer estima que en 2015 se diagnosticarán 46 mil nuevos casos, mientras que para el 2025, la cifra superará los 50 mil. 

Ante este alarmante panorama, la idea de acceder a un sistema que permita protegernos de una neoplasia ha proliferado de forma considerable, asegura Gabriel Bustamante, presidente de la Asociación de Consumidores y Usuarios de Seguros (Acuse). 
“La venta de seguros oncológicos se duplicó en los últimos cinco años, debido a que la demanda creció de forma acelerada. El despegue de este servicio se dio a partir del año 2000, cuando empezó a salir a la luz el avance incontenible del cáncer en nuestro país”, detalla.
Progreso desigual. Actualmente en el mercado, las compañías de seguros, como Rímac y Pacífico, compiten con la prestadora Oncosalud en el rubro de seguros oncológicos. 
Esta última ofrece al público opciones de planes diferenciados. El más demandado es Oncoplus, que tiene un total de 761 mil 48 afiliados, en su mayoría mujeres de entre 41 y 60 años. 
Según la compañía, el número de usuarios crece de forma anual en 10%. 
Una estadística similar presenta Rímac. Claudia Rozas, gerente de Asistencia Médica Individual de la empresa, manifiesta que la oferta de planes se acrecentó tras el aumento de asegurados. 
Para Bustamante, este incremento de usuarios es “conservador”, pues solo quienes perciben cuantiosas ganancias pueden acceder a los programas. 
“Las compañías solo se preocupan por la rentabilidad del negocio, mas no por la esencia del servicio que brindan: llegar a los menos favorecidos. Asimismo, su público está en Lima, no en las regiones”, explica. 
Impacto económico. Otra es la perspectiva de Rozas, quien asegura que la decisión de afiliarse a un seguro también está relacionada con la reducción de los altos costos que demandan los tratamientos de los distintos tipos de neoplasias. 
El cáncer de mama, por ejemplo, requiere una inversión de S/. 250 mil, mientras que el de colon supera los S/. 300 mil. El panorama para quienes padecen leucemia es aún más desalentador. Son S/. 600 mil los que se necesitan invertir para recibir un trasplante de médula. 
“Ante un mal tan caro, la población busca protegerse por medio de una red privada de médicos y clínicas, al margen de otras coberturas de salud que puedan tener”, añade. 
En el caso de Rímac, una persona puede obtener un seguro oncológico con una prima mensual de mínimo 18 soles. Este precio varía de acuerdo a la edad y los hábitos. 
En la fase de prevención, la aseguradora otorga un chequeo para detectar a tiempo las cuatro variantes de cáncer más comunes en la población peruana: mama, cuello uterino, colon y próstata. 
En cambio, de tener el afiliado un diagnóstico adverso, cubre el tratamiento hospitalario y ambulatorio, así como las complicaciones que puedan surgir. 
Malas prácticas. El inicio de la consolidación de seguros oncológicos en el mercado ha traído consigo el aumento de denuncias a las compañías y prestadoras de seguros por ejercer malas prácticas, según Bustamante. 
En tanto, el presidente de la Asociación Peruana de Consumidores y Usuarios (Aspec), Crisólogo Cáceres, advierte que algunas de estas empresas se caracterizan por tener un proceder incorrecto. 
“Tratan de que el usuario cotice la mayor cantidad de dinero mientras esté sano. Pero cuando necesita hacer uso del seguro, buscan mil pretextos para eludir sus responsabilidades”, refiere. 
Muchas veces, asegura Cáceres, arguyen que el cáncer en el paciente era preexistente. Por eso, aconseja a la población informarse antes de adquirir este tipo de servicio y, sobre todo, hacer respetar sus derechos. 
Consejos 
¿Cómo tener un contrato exitoso? 
Para Gabriel Bustamante, presidente de Acuse, tomar la decisión de afiliarse a un seguro oncológico es un paso importante en la vida. Sin embargo, aconseja no ir solo a las aseguradoras y prestadoras en búsqueda de información. “Es como meterse a la boca del lobo”, asegura. 
La clave para no ser engañado está en acudir a un corredor de seguros, persona que comercializa este tipo de contratos sin estar vinculada a una compañía. “Este trabajador sabe lo que te ofrece”, expresa. 
Otro consejo que brinda es ser leal en la declaración de salud que presenta a la empresa. “Las compañías verifican todos los datos que uno otorga. En caso tenga un diagnóstico de cáncer, es mejor decirlo”, añadió.

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