Cada año, tras muchos meses de trabajo y entrega a nuestros alumnos, llegan las ansiadas vacaciones, que en nuestro hemisferio coinciden con las fiestas de Navidad y Fin de año y los meses de verano, un tiempo muy especial para compartir con los seres queridos y tomarnos un merecido descanso después de concluir el periodo escolar. Según nuestros planes, en las vacaciones haremos todo aquello que postergamos durante el año debido a lo apretado de nuestra agenda, sí la lista es muy larga ¿verdad? Pero tal vez debemos tomarnos unos minutos para pensar en nuestras prioridades y darle una oportunidad al descanso simple y sencillo que ayuda a disminuir el estrés. Los maestros tenemos una labor que abarca un poco de todos los campos, dictamos materias, somos consejeros, a veces enfermeros, árbitros, organizadores de actividades, entre tantas otras misiones que vienen con el trabajo en el aula, todo lo cual se suma a nuestras responsabilidades personales en casa como padres, cónyuges, miembros de la comunidad, en pocas palabras tenemos una agenda anual sumamente recargada.
Pues llegaron las vacaciones de verano y estamos frente a unos meses que pueden brindarnos tranquilidad, descanso y recarga de energía. Es verdad que algunos de nosotros debemos dictar cursos de nivelación pero en definitiva la rutina en este periodo es menos ocupada y eso nos brinda la oportunidad de dedicarnos a descansar y disfrutar.
Es muy importante que tengamos presente que en estos meses sin clases en la escuela podemos reorganizar nuestra agenda emprendiendo algunas tareas que necesitan nuestra atención, es bueno poder realizar esas cosas que durante el año escolar se hacen tan difíciles por falta de tiempo y por las múltiples obligaciones que llevamos a cabo.
La mejor idea sin duda es dedicarle tiempo a la familia, compartir con los más cercanos tiempo y atención especialmente, muchas veces nos causamos más angustia y presión pensando en que todo tiempo libre debe ser cubierto con actividades costosas cuando en realidad no es así, salir de paseo a espacios abiertos, hacer deporte, comer en casa o compartir un juego de mesa son solo algunas de las actividades que podemos realizar con mucho entusiasmo y sin grandes gastos.
Hacer cosas tan sencillas como leer un poco, conversar en familia o realizar los proyectos del hogar todos juntos, aportan colaboración y sentido de pertenencia mientras nuestros hijos aprenden a valorar nuestra presencia en el hogar así como todo nuestro esfuerzo cuando estamos en tiempos de actividad laboral. Apagar un poco la televisión, la computadora y los juegos de vídeo sería una estupenda manera de aprovechar el tiempo vacacional.
Claro está que también hay actividades ineludibles que realizar durante el tiempo de vacaciones, sí es verdad no todo puede ser descanso, pero estas cosas que atenderemos en este periodo serán de mucha ayuda para aligerar la carga cuando las clases reinicien, entre ellas están las visitas preventivas y de rutina al médico para realizar exámenes y mantener una salud óptima.
También podemos optar por alguna capacitación, cuyas horas lectivas no sean demasiado demandantes, no se trata de pasar todo el tiempo en clases de actualización, pero hoy en día existen cursos cortos, incluso en línea, sobre temas muy útiles como las nuevas tecnologías, idiomas, arte, etc. La idea es adquirir algunas herramientas nuevas y variadas para enriquecer nuestras clases en el futuro próximo y mantenernos informados.
En suma, las vacaciones han llegado y son un tiempo muy bueno para dedicarlo a nosotros mismos y a nuestros seres queridos, una oportunidad para detenernos a reflexionar sobre nuestras actividades y nuestras nuevas expectativas, meses para recargar energías y llenarnos de buenas ideas para lo que será un año más de labores como maestros pero por encima de todo como mejores seres humanos, miembros de una familia y una comunidad.
Felices Vacaciones.
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