Un buen paso hacia la reforma de las pensiones en el semanario
por Juan Mendoza Pérez
Editada del semanario Hildebrandt en sus trece (edición 275 del viernes 13 de noviembre de 2015)
Es un indudable acierto la decisión de la Comisión de Economía del Congreso de permitir que el 95.5% del ahorro previsional de los afiliados a las AFP sea de libre disponibilidad a los 65 años. De ser aprobada por el Pleno y promulgada por el Ejecutivo la medida hará que suban las pensiones de jubilación. La razón es sencilla. Si las personas tienen la opción de retirar sus ahorros al jubilarse, las compañías de seguros tendrán que ofrecer pensiones más altas si no quieren perder clientes. Asimismo, la medida hará que aparezcan nuevos ofertantes en el mercado que competirán para atraer los fondos de jubilación de las personas... Y es precisamente mayor competencia lo que el sistema previsional peruano necesita a gritos...
En esencia, las AFP y las compañías de seguros disfrutan de un mercado cautivo que les permite obtener altas tasas de rentabilidad como consecuencia de la obligatoriedad del aporte previsional. Por lo menos ahora, si prospera la medida de la Comisión de Economía, ese mercado cautivo de las compañías de seguros y AFP desaparecerá.
Se dice que no se les puede permitir a las personas disponer de sus ahorros porque los van a malgastar y luego van a ser una carga para el Estado. Sin embargo, el grueso de las personas en nuestro país de más de 65 años no recibe pensión, ni de las AFP ni de la ONP. Tres de cada cuatro adultos mayores vive por sus propios medios, sin pensión de jubilación. Asimismo, la historia nos dice que nuestro Estado dista de ser un Estado del bienestar que asista de manera efectiva a los adultos mayores sin pensión. Es un mito, entonces, que no se sustenta en los datos, decir que los peruanos de más de 65 años sin pensión vayan a ser una carga para el Estado peruano.
Otro argumento falaz es que la medida aprobada por la Comisión de Economía es un golpe a la industria previsional y la economía de mercado. Nada más falso. Para comenzar, las AFP se verán fortalecidas con esta medida porque las personas tendrán un mayor incentivo a cotizar obligatoriamente en planilla si saben que van a poder disponer de su fondo acumulado cuando lleguen a los 65 años.
Los argumentos en contra de la libre disponibilidad de los fondos previsionales se basan en la desconfianza en la capacidad de las personas para tomar buenas decisiones. Esta desconfianza es reminiscencia de la planificación central y el totalitarismo, e incompatible con una economía de mercado... Nuestro sistema previsional trata a las personas como sujetos incapaces de decidir correctamente por sí mismos... Si tenemos esa acendrada desconfianza en las personas, entonces también deberíamos prohibirles que tengan tarjetas de créditos y que obtengan préstamos porque si son irresponsables nunca van a pagar sus deudas.
Es nefasto que la industria previsional dependa tan estrechamente de la regulación estatal. Al otorgarles un mercado cautivo a las AFP y compañías de seguros, el Estado les da los incentivos incorrectos para embarcarse en lobbies que mantengan su posición ventajosa en lugar de dedicarse a ofrecer mejores productos para atraer a sus clientes...
La discusión sobre las pensiones no puede estar circunscrita a los técnicos porque es tema fundamental de elección social. Pienso que es necesario un acuerdo nacional sobre el grado de solidaridad que debería tener nuestro sistema previsional. Mi opinión es que debería ser un objetivo que no haya persona alguna en la indigencia. Pero es posible que sea una opinión minoritaria y que el consenso sea que solo deben tener pensión quienes acumulan fondos en las AFP o en la ONP. Por ello, es esencial que haya una amplia discusión sobre qué objetivos debería perseguir nuestro sistema previsional...
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