El mundo ha cambiado, pero el concepto de desarrollo humano sigue siendo importante
NOTA.- Continuamos presentando
algunas partes importantes del Informe sobre el Desarrollo Humano, 2015,
del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)
Actualmente el mundo es muy distinto del
que era en 1990, cuando vieron la luz el concepto de desarrollo humano y
las herramientas creadas para evaluar el bienestar humano. Desde
entonces, el panorama del desarrollo no es el mismo, los ejes de
crecimiento mundiales han cambiado, han tenido lugar importantes
transiciones demográficas y ha surgido una nueva oleada de desafíos
para el desarrollo.
La economía mundial está cambiando.
La influencia de las economías emergentes va en aumento. La
participación de las economías desarrolladas en el PIB global (basado en
dólares ajustados por la paridad del poder adquisitivo) se redujo de un
54% en 2004 a un 43% en 2014. Desde el punto de vista político, el
deseo de libertad y participación se ha extendido en diferentes partes
del mundo. La revolución digital ha cambiado nuestra forma de pensar y
de actuar. Las desigualdades han aumentado, la seguridad humana es más
frágil y el cambio climático está afectando a un mayor número de vidas
humanas.
Así pues, ¿sigue siendo
relevante el concepto de desarrollo humano para el discurso sobre
el desarrollo y como medida del bienestar humano? La respuesta es sí,
e incluso más si cabe en el mundo actual. Pese a todos los avances
económicos y tecnológicos que el mundo tiene a su disposición, los
beneficios del progreso no se reparten equitativamente entre las
personas, las capacidades humanas y las oportunidades no siempre
prosperan, la seguridad humana está en juego, no siempre se protegen los
derechos humanos y las libertades, la desigualdad de género sigue
siendo un problema, y las oportunidades de las generaciones futuras no
reciben la atención que merecen. Así pues, el concepto de desarrollo
humano —que amplía las opciones, hace hincapié en una vida larga,
saludable y creativa y pone de relieve la necesidad de fomentar las
capacidades y crear oportunidades— adquiere una nueva importancia como
marco de desarrollo, en cuyo centro se sitúan las personas.
De igual modo, tomado como
instrumento para medir el bienestar de las personas, el marco del
desarrollo humano sigue ofreciendo quizá la perspectiva más amplia de
progreso humano, al tiempo que contribuye a la formulación de políticas.
No obstante, un cuarto de siglo después,
ha llegado el momento de revisar ambos aspectos: el concepto de
desarrollo humano y las herramientas para medirlo.
Fuente: http://hdr.undp.org/sites/default/files/2015_human_development_report_overview_-_es.pdf
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